Estamos leyendo.... Romeo y Julieta (William Shakespeare)

En Calatayud, Ejea, Illueca y Tarazona


domingo, 30 de mayo de 2010

Detrás de las fachadas...


A lo largo de nuestra historia los hechos susceptibles de ser juzgados han cambiado, con ello también los ámbitos de actuación de la justicia. De forma paralela a la implantación de una ley, la sociedad debe ser capaz de adoptar estructuras que permitan la ejecución de ésta y no siempre es fácil ni así.
Los derechos de los más pequeños son un ejemplo de lo expuesto anteriormente. Muchas veces las estructuras o no son suficientes o la intervención de la justicia llega tarde. Y aquí la paradoja que Camilla Läckberg nos plantea desentrañando la mentira, la crueldad, la maldad humana en sus más despiadadas formas. Si a Jan Morin, luego Lorentz, sus padres, toxicómanos sin escrúpulos, lo hubieran llevado al hospital por una paliza o por algún síntoma físico de los abusos cometidos contra él, igual, hubieran podido evitar que éste incendiara su casa y quemara a sus padres vivos. Pero ¿Quién lo hubiera podido evitar? ¿Quiénes son los responsables? Muchas veces los distintos sectores del sistema se hunden en papeles y dejan de mirar de cara a los verdaderos afectados y entonces, ¿Quién es el culpable?
Tras los muros, se esconden los secretos... secretos pagados con dinero o con lo que lo proporciona; el trabajo.
Silencios gestados por el bien de todos menos por el de las víctimas.
¿Por qué además de víctima se es estigmatizado? Es éste el argumento al que Vera se agarra. Es la asesina de Alex, su hijo Anders se suicidó, ella ocultó las pruebas. No podía permitir que se supiera. Ella que tanto tiempo había callado, por el temor a que se supiera, lo que habían sufrido y lo que “los tres mosqueteros” habían hecho; matar a su agresor, ahogarlo en el hielo. ¿No supo asimilar los reproches de Alex?
¿Cómo es posible que a cambio de una “posición social” unos padres se presten a callar los abusos cometidos a sus hijos?.
La otra cara, el amor.

1 comentario:

Antonio dijo...

Es una trama muy bien llevada por la escritora, en un suspense que no se sabe nada hasta que no se llega al final, por lo tanto es una novela que cuando empiezas a leerla desearías leerla de una tacada. Me ha gustado mucho.